Misa de cara al Señor

P. José María Iraburu (InfoCatólica):

Quiera Dios que en la Iglesia quede establecido que la Misa actual, al modo ordinario, sea coram Domino, sacerdote y fieles orientados todos hacia el altar, hacia la Cruz, bien visible al fondo del ábside o del muro. Si la Misa actual en el modo ordinario se celebrara coram Deo ganaría muchísimo la sacralidad del acto y la significación de la Misa como sacrificio. Ninguna dificultad hay para ello, pues es lo que la Ordenación General del Misal Romano describe. No hay tampoco para ello dificultades materiales importantes, pues en muchos casos, quizá en la mayoría, estando el altar exento, bastaría con que el sacerdote se situara frente al altar, con una gran Cruz enfrente, todos conversi ad Dominum.

Persisten todavía convicciones ideológicas contrarias muy arraigadas y difundidas. Pero cada vez son más, creo yo, los teólogos y liturgistas que reconocen la conveniencia de que, al menos en la Liturgia de la Eucaristía, sacerdote y fieles deben unirse en la oración y la ofrenda en una misma dirección, coram Deo. Uwe Michael Lang llega a estimar que «la recuperación de esa idea es indispensable para la buena salud de la Iglesia de hoy». Pidamos, pues, al Señor que la Misa católica recupere una fisonomía sacrificial mucho más expresada en el signo del altar vuelto hacia Él. «Pedid y se os dará» (Mt 7,7). Todo hace pensar que recibiremos lo que pedimos, pues esa súplica pide lo que Dios está queriendo concedernos.

Artículo completo aquí.

Celebrar “ad orientem” en los impresionantes retablos de Braojos

Del blog Infocatólica:

p. Jorge González Guadalix:

Estando en la parroquia de la Beata Mogas, en Tres Olivos, en Madrid, teníamos la costumbre de celebrar la primera misa del domingo “ad orientem”. En su momento expliqué en el blog el sentido de celebrar así y, posteriormente, ofrecí una crónica de lo que fue la primera misa “ad orientem en la parroquia.

En la iglesia parroquial de Braojos tenemos unos retablos en el transepto de esos que realmente quitan el hipo. Destaco en el lado del evangelio el que alberga a la Virgen del Rosario, barroco, de mediados del XVII, y en el lado de la epístola el grandioso retablo barroco obra de Gregorio Fernández y completado con pinturas de Vicente Carducho. Evidentemente, dos retablos con sus altares adosados.

Por supuesto que, en estos retablos, la celebración de la misa tiene que ser necesariamente ad orientem. Miedo me daba de que la gente se sintiera incómoda en la celebración, ya que son cincuenta años de ver celebrar al sacerdote coram populo. Por eso al acabar la misa pregunté por la experiencia. Las pocas personas estaban no digo encantadas, sino emocionadas. Tanto, que la vigilia de la adoración nocturna la hicimos así.

Hoy no se pueden hacer retablos así, pero allí donde los tenemos, no pueden quedar reducidos a mero objeto decorativo. Resulta triste que, altares con su ara, donde se celebró la misa tantas veces, hoy queden reducidos a meros soportes para una maceta o dos candelabros que no sabemos qué hacer con ellos.

Podría contar muchas cosas. Me limito a expresar el gozo que supone celebrar la misa contemplando el cielo frente a ti.
Es como si a la celebración de la Eucaristía se asomase el cielo para contemplar el misterio de la fe. Qué impresión elevar la hostia y el cáliz a la vez que contemplas a los ángeles que rodean a María y se alegran en el cielo.

Seguiremos celebrando en esos altares de cuando en cuando. Ya lo creo que sí.

Artículo completo aquí.

The Basilica of Ss Peter and Paul in Chattanooga, Tennessee (diocese of Knoxville)

From New Liturgical Movement site:

We recently reported on a very nice restoration project at the Basilica of Ss Peter and Paul in Chattanooga, Tennessee, in the diocese of Knoxville, in which three new altars were installed, along with a new reredos for the main sanctuary, and a good deal of carpeting removed from the church’s original hard pine flooring. A final stage of the project has now been completed, with installation of a new tabernacle in the main sanctuary, and the return of the altar rail around it. Fr J. David Carter, the pastor and rector of the basilica, wrote to his parishioners that the altar rail is being used as a way of encouraging people to kneel for the reception of Holy Communion, in the hopes that it will serve to foster belief in and greater reverence for the True Presence of Our Lord in the Blessed Sacrament – feliciter!

Latin Novus Ordo Masses:

11:30 am Sun. – Sung Novus Ordo Mass in English & Latin with schola, incense, ad orientem
1:30 pm Sun. – Sung Novus Ordo Misa en Español & Latín with choir, incense, ad orientem seasonally

The Basilica of Sts. Peter & Paul
214 E. 8th Street, Chattanooga Tennessee
423 266 1618
Website

La formula EUOUAE

La formula EUOUAE serve per il canto, ma non per ragioni ritmiche quanto piuttosto come aiuto mnemonico alla esecuzione dei toni gregoriani. I toni salmodici gregoriani sono otto (più il tono peregrino, di uso molto particolare e circoscritto, il tono detto in directum e alcuni altri toni di uso molto raro), ciascuno dei quali è caratterizzato da una melodia mediana (da fare all’asterisco del versetto, per chi è pratico della Liturgia delle Ore) che è sempre uguale, mentre la melodia conclusiva, alla fine del versetto, può variare notevolmente, ed è indicata da una lettera dell’alfabeto; per es. l’indicazione 1f significa primo tono, conclusione in fa (il che comporta una specifica melodia della conclusione del versetto); oppure 1g3 significa primo tono, conclusione in sol, con una specifica melodia finale che differisce da quelle g1 e g2, pure terminanti in sol.
Poiché ricordare a memoria i sette toni (ovvero le melodie da fare prima dell’asterisco) è semplice, almeno per chi pratica la salmodia con canto gregoriano, mentre ricordare le numerose melodie finali sarebbe molto complesso, al termine dell’antifona con relativa melodia viene posto il testo EUOUAE, con sopra la melodia della specifica conclusione finale da utilizzare per quel salmo; e così la sua esecuzione è facilitata.

EUOUAE is an abbreviation used in Latin psalters and other liturgical books to show the distribution of syllables in the differentia or variable melodic endings of the standard Psalm tones of Gregorian chant. It derives from the vowels in the words “sæculorum Amen” of the lesser doxology or Gloria Patri, which ends with the phrase In sæcula sæculorum, Amen.

EUOUAE es una regla mnemotécnica que se utilizó en la música de la Edad Media para hacer referencia a la secuencia de tonos en el pasaje “sæculorum Amen” de la doxología menor, Gloria Patri que termina con la frase in sæcula sæculorum, Amen. (por los siglos de los siglos, Amén). En las fuentes de canto llano la differentia, es decir, la fórmula melódica que debe ser cantada al final de cada línea de salmodia, se puede escribir sobre cualquiera de las letras EUOUAE, en representación de la primera y la última vocal de Sæculorum, Amen.

EUOUAE é um mnemônico que era usado em música medieval para denotar a sequência de tons na passagem “sæculorum Amen” da doxologia menor, Gloria Patri, que termina com a frase In sæcula sæculorum, Amen. Em cantochãos, a differentia, isto é, a fórmula melódica a ser cantada no final de cada linha da salmódia cantada, poderia ser escrita com as letras EUOUAE, representando a primeira e a última vogal de “sæculorum Amen“.

EUOUAE est un mnémonique utilisé dans la musique médiévale et le chant grégorien pour représenter la séquence de neumes correspondant au passage «sæculorum, Amen» du Gloria Patri.

Por qué el latín es la lengua correcta y apropiada para la liturgia católica

Peter Kwasniewski:

El error que condujo a la eliminación del latín fue de naturaleza neoescolástica y cartesiana: se creyó que el contenido de la Fe católica no estaba encarnado, sino que era algo abstraído de la materia. Por eso, muchos católicos piensan que la Tradición no es más que cierto contenido conceptual que se transmite de generación en generación, y que la manera en que se transmita es lo de menos. Pero no es así. El propio latín es uno de los bienes transmitidos, junto con el contenido de lo que se escribe o canta en dicha lengua. No sólo eso; la propia Iglesia lo ha reconocido en numerosas ocasiones al escoger el latín para alabar a Dios con solemnidad y al reconocerlo como signo eficaz de la unidad, catolicidad, antigüedad y permanencia de la Iglesia latina.

Por tanto, el latín posee una función casi sacramental: así como el canto gregoriano es «el icono musical del catolicismo romano», como lo llamó Joseph Swain, el latín es su icono lingüístico.

Artículo completo aquí.

Full article in English here.

CD “Cantus Traditionis” – free download

IL CD “I CANTI DELLA TRADIZIONE”
I canti gregoriani più semplici che i fedeli sono invitati a imparare e cantare secondo l’intenzione della costituzione del Concilio Vaticano II sulla Sacra Liturgia.
È possibile scaricare gratuitamente sia il CD che il libretto nell’area download del sito 30 Giorni.

THE CHANTS OF TRADITION
The most simple Gregorian chants that the faithful are invited to learn to sing according to the intention of Vatican Council II’s Constitution on the Sacred Liturgy.
CD and Pdf downloads

LES CHANTS DE LA TRADITION
Les chants grégoriens les plus simples que les fidèles sont invités à apprendre et à chanter conformément aux intentions de la Constitution du Concile Vatican II sur la sainte liturgie.
CD et Pdf Téléchargement

LOS CANTOS DE LA TRADICIÓN
Los cantos gregorianos más sencillos para que los fieles los aprendan y canten, según aconseja la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia.
CD y Pdf área download

DIE GESÄNGE DER TRADITION
Die einfachsten Gregorianischen Gesänge, die die Gläubigen laut Weisung der Konzilskonstitution über die heilige Liturgie lernen und singen sollen.
CD und Pdf downloads

OS CANTOS DA TRADIÇÃO
Os cantos gregorianos mais simples que os fiéis são convidados a aprender e cantar segundo a intenção da Constituição do Concílio Vaticano II sobre a Sagrada Liturgia.
CD e Pdf área download

Download full zipped CD here or here.

In Officio divino lingua latina clericis servanda est

§1. Iuxta sæcularem traditionem ritus latini, in Officio divino lingua latina clericis servanda est, facta tamen Ordinario potestate usum versionis vernaculæ ad normam art. 36 confectæ concedendi, singulis pro casibus, iis clericis, quibus usus linguæ latinæ grave impedimentum est quominus Officium debite persolvant.
§2. Monialibus, necnon sodalibus, sive viris non clericis sive mulieribus, Institutorum statuum perfectionis, in Officio divino, etiam in choro celebrando, concedi potest a Superiore competente ut lingua vernacula utantur, dummodo versio approbata sit.
§3. Quivis clericus Officio divino adstrictus, si Officium divinum una cum cœtu fidelium, vel cum iis qui sub § 2 recensentur, lingua vernacula celebrat, suæ obligationi satisfacit, dummodo textus versionis sit approbatus.

Sacrosanctum Concilium, 101


La lingua dell’ufficio divino

§1. Secondo la secolare tradizione del rito latino, per i chierici sia conservata nell’ufficio divino la lingua latina. L’ordinario tuttavia potrà concedere l’uso della versione in lingua nazionale, composta a norma dell’art. 36, in casi singoli, a quei chierici per i quali l’uso della lingua latina costituisce un grave impedimento alla recita dell’ufficio nel modo dovuto.
§2. Alle monache e ai membri degli istituti di perfezione, sia uomini non chierici che donne, il superiore competente può concedere l’uso della lingua nazionale nell’ufficio divino, anche celebrato in coro, purché la versione sia approvata.
§3. Ogni chierico obbligato all’ufficio divino, che lo recita in lingua nazionale con i fedeli o con quelle persone ricordate al 2, soddisfa al suo obbligo, purché il testo della versione sia approvato.

Sacrosanctum Concilium, 101


§1. In accordance with the centuries-old tradition of the Latin rite, the Latin language is to be retained by clerics in the divine office. But in individual cases the ordinary has the power of granting the use of a vernacular translation to those clerics for whom the use of Latin constitutes a grave obstacle to their praying the office properly. The vernacular version, however, must be one that is drawn up according to the provision of Art. 36.
§2. The competent superior has the power to grant the use of the vernacular in the celebration of the divine office, even in choir, to nuns and to members of institutes dedicated to acquiring perfection, both men who are not clerics and women. The version, however, must be one that is approved.
§3. Any cleric bound to the divine office fulfills his obligation if he prays the office in the vernacular together with a group of the faithful or with those mentioned in 52 above provided that the text of the translation is approved.

Sacrosanctum Concilium, 101


§1. Gemäß jahrhundertealter Überlieferung des lateinischen Ritus sollen die Kleriker beim Stundengebet die lateinische Sprache beibehalten. Jedoch ist der Ordinarius ermächtigt, in einzelnen Fällen jenen Klerikern, für die der Gebrauch der lateinischen Sprache ein ernstes Hindernis für den rechten Vollzug des Stundengebetes bedeutet, die Benützung einer nach Maßgabe von Art. 36 geschaffenen muttersprachlichen Übersetzung zu gestatten.
§2. Der zuständige Obere kann den Chorfrauen sowie den Mitgliedern der Orden und ordensähnlichen Gemeinschaften aller Art, seien es Männer, die nicht Kleriker sind, seien es Frauen, gestatten, daß sie für das Stundengebet auch im Chor die Muttersprache benutzen können, sofern die Übersetzung approbiert ist.
§3. Jeder zum Stundengebet verpflichtete Kleriker, der zusammen mit einer Gruppe von Gläubigen oder mit den in § 2 Genannten das Stundengebet in der Muttersprache feiert, erfüllt seine Pflicht, sofern der Text der Übertragung approbiert ist.

Sacrosanctum Concilium, 101


Uso del latín o de la lengua vernácula

§1. De acuerdo con la tradición secular del rito latino, en el Oficio divino se ha de conservar para los clérigos la lengua latina. Sin embargo, para aquellos clérigos a quienes el uso del latín significa un grave obstáculo en el rezo digno del Oficio, el ordinario puede conceder en cada caso particular el uso de una traducción vernácula según la norma del artículo 36.
§2. El superior competente puede conceder a las monjas y también a los miembros, varones no clérigos o mujeres, de los Institutos de estado de perfección, el uso de la lengua vernácula en el Oficio divino, aun para la recitación coral, con tal que la versión esté aprobada.
§3. Cualquier clérigo que, obligado al Oficio divino, lo celebra en lengua vernácula con un grupo de fieles o con aquellos a quienes se refiere el § 2, satisface su obligación siempre que la traducción esté aprobada.

Sacrosanctum Concilium, 101


Langue

§1. Selon la tradition séculaire du rite latin dans l’office divin, les clercs doivent garder la langue latine; toutefois, pouvoir est donné à l’Ordinaire de concéder l’emploi d’une traduction en langue du pays, composée conformément à l’article 36, pour des cas individuels, aux clercs chez qui l’emploi de la langue latine est un empêchement grave à acquitter l’office divin comme il faut.
§2. Quant aux moniales et aux membres, hommes non clercs ou femmes, des instituts des états de perfection, le supérieur compétent peut leur accorder d’employer la langue du pays dans l’office divin, même pour la célébration chorale, pourvu que la traduction soit approuvée.
§3. Tout clerc astreint à l’office divin, s’il célèbre celui-ci dans la langue du pays, avec un groupe de fidèles ou avec ceux qui sont énumérés au §2, satisfait à son obligation du moment que le texte de la traduction est approuvé.

Sacrosanctum Concilium, 101


Língua

§1. Conforme à tradição secular do rito latino, a língua a usar no Ofício divino é o latim. O Ordinário poderá, contudo, conceder, em casos particulares, aos clérigos para quem o uso da língua latina for um impedimento grave para devidamente recitarem o Ofício, a faculdade de usarem uma tradução em vernáculo, composta segundo a norma do art. 36.
§2. O Superior competente pode conceder às Monjas, como também aos membros dos Institutos de perfeição, não clérigos ou mulheres, o uso do vernáculo no Ofício divino, mesmo na celebração coral, desde que a versão seja aprovada.
§3. Cumprem a sua obrigação de rezar o Ofício divino os clérigos que o recitem em vernáculo com a assembleia dos fiéis ou com aqueles a que se refere o § 2, desde que a tradução seja aprovada.

Sacrosanctum Concilium, 101


日課的語言

一、按照拉丁禮多世紀的傳統,為聖職人員仍應保存拉丁文日課,但為那 些不能用拉丁文妥善履行日課的聖職人員,當權人可以在個別情形下,准予使用按第 節的規定,所作的本地語言的譯文。
二、主管上司可以准許,隱修會修女、其他修會的非聖職人員的會土或修女,在履行日課時,甚至在誦經團內,使用本地語言,只要譯文是經過批准的。
三、任何有責任念日課的聖職人貝,如果同信友會聚一起,或同上文第二項的 人士一起,用本地語言舉行日課,已經算是完成自己的任務,只要譯文是經過批准 的。

Sacrosanctum Concilium, 101


§1. Zgodnie z wiekową tradycją obrządku łacińskiego duchowni winni zachowywać w liturgii godzin język łaciński. Tym jednak duchownym, którym język łaciński stwarza poważną przeszkodę do należytego sprawowania liturgii godzin, ordynariusz może w poszczególnych przypadkach zezwolić na używanie przekładu na język ojczysty, sporządzonego według art. 36.
§2. Kompetentny przełożony może pozwolić na używanie języka ojczystego w liturgii godzin, nawet celebrowanej w chórze, mniszkom i członkom zrzeszeń dążących do doskonałości, tak mężczyznom, którzy nie są duchownymi, jak i kobietom, pod warunkiem, że posługują się zatwierdzonym przekładem.
§3. Każdy duchowny zobowiązany do liturgii godzin, jeśli celebruje ją w języku ojczystym z grupą wiernych albo z tymi, o których była mowa w §2, wypełnia swój obowiązek, byleby tekst przekładu był zatwierdzony.

Sacrosanctum Concilium, 101

Reclinatorios de piedra

Artículo por mons. Marco Agostini – L’Osservatore Romano de 20 de agosto 2010:

Es impresionante el cuidado que la arquitectura antigua y moderna reservó, hasta la mitad del siglo XX, a los pisos de las iglesias. No sólo mosaicos y frescos para las paredes, sino pintura en piedra, taraceas, tapetes de mármol también para los pisos.
Me viene a la memoria el variopinto tessellatum de las basílicas de San Zenón o del hipogeo de Santa María en Stelle de Verona, o de aquel extenso y refinado de la basílica de Teodoro en Aquileia, de Santa María en Grado, de San Marcos de Venecia, o del misterioso de la catedral de Otranto. El opus tessulare cosmatesco brillante de oro de las basílicas romanas de Santa María Mayor, San Juan de Letrán, San Clemente, San Lorenzo en Verano, de Santa María en Aracæli, en Cosmedín, en Trastevere, o del complejo episcopal de Tuscania o de la Capilla Sixtina en el Vaticano.
Y además a las taraceas marmóreas de San Esteban Rotondo, San Jorge en Velabro, Santa Constanza, Santa Inés en Roma y de las basílicas de San Marcos en Venecia, del baptisterio de San Juan y de la iglesia de San Miniato en Monte de Florencia, o la incomparable opus sectile de la catedral de Siena, o los escudos marmóreos blancos, negros y rojos en Santa Anastasia en Verona o los pavimentos de la capilla grande del obispo Giberti o de las capillas del siglo XVIII de la Virgen del Pueblo y del Sacramento, siempre en la catedral de Verona, y – sobre todo – el sorprendente y precioso tapete lapídeo de la basílica vaticana de San Pedro.
En verdad el cuidado por los pisos no es sólo de los cristianos: son emocionantes los pavimentos en mosaico de las villas griegas de Olinto o de Pella en Macedonia, o de la imperial villa romana de Casale en Plaza Amerina en Sicilia, o los de las villas de Ostia o de la casa del Fauno en Pompeya o las preciosas escenas del Nilo del santuario de la Fortuna Primigenia en Palestrina. Pero también los pisos en opus sectile de la curia senatorial en el Foro romano, los lacertos provenientes de la basílica de Giunio Basso, también en Roma, o las taraceas marmóreas de la domus de Amor y Psique en Ostia.
El cuidado griego y romano por el pavimento no era evidentemente en los templos, sino en las villas, en las termas y en los otros ambientes públicos donde la familia o la sociedad civil se reunían. También el mosaico de Palestrina no estaba en un ambiente de culto en sentido estricto. La celda del templo pagano era habitada sólo por la estatua del dios y el culto se realizaba en el exterior frente al templo, alrededor del altar del sacrificio. Por tale razones los interiores casi nunca eran decorados.
Por el contrario, el culto cristiano es un culto interior. Instituido en la bella habitación del cenáculo, adornada de tapetes en el piso superior de una casa de amigos, y propagado inicialmente en la intimidad del hogar doméstico, en las domus ecclesiae, cuando el culto cristiano asumió dimensión pública transformó las casas en iglesias. La basílica de San Martín en los Montes surge sobre una domus ecclesiae, y no es la única. Las iglesias no fueron jamás el lugar de un simulacro, sino la casa de Dios entre los hombres, el tabernáculo de la real presencia de Cristo en el santísimo sacramento, la casa común de la familia cristiana. También el más humilde de los cristianos, el más pobre, como miembro del cuerpo de Cristo que es la Iglesia, en la iglesia estaba en casa y era señor: pisaba pisos preciosos, gozaba de los mosaicos y de los frescos de las paredes, de las pinturas sobre los altares, olía el perfume del incienso, sentía la alegría de la música y del canto, veía el esplendor de los ornamentos usados para gloria de Dios, gustaba el don inefable de la eucaristía que le venía dada en cálices de oro, se movía procesionalmente sintiéndose parte del orden que es alma del mundo.
Los pavimentos de las iglesias, lejos de ser ostentaciones de lujo, aparte de constituir el suelo que se pisa, tenían también otras funciones. Seguramente no estaban hechos para ser cubiertos de bancas, introducidas estas últimas en edad relativamente reciente cuando se pensó disponer las naves de las iglesias para la escucha cómoda de largos sermones. Los pavimentos de las iglesias debían ser bien visibles: conservan en la figuración, en los entretejidos geométricos, en la simbología de los colores la mistagogía cristiana, las direcciones procesionales de la liturgia. Son un monumento al fundamento, a las raíces.
Estos pavimentos son principalmente para aquellos que la liturgia la viven y en ella se mueven, son para aquellos que se arrodillan frente a la epifanía de Cristo. El arrodillarse es la respuesta a la epifanía donada por gracia a una persona única. El que está impactado por el resplandor de la visión se postra a tierra y desde allí ve más que todos aquellos que alrededor suyo se han quedado de pie. Estos, adorando o reconociéndose pecadores, ven reflejos en las piedras preciosas, en los entretejidos de oro de las que a veces se componen los pavimentos antiguos, la luz del misterio que refulge del altar y la grandeza de la misericordia divinas.
Pensar que aquellos pavimentos tan bellos están hechos para las rodillas de los fieles es algo conmovedor: un tapete de piedra perenne para la oración cristiana, para la humildad; un tapete para ricos y pobres indistintamente, un tapete para fariseos y publicanos, pero que sobre todo estos últimos saben apreciar.
Hoy los reclinatorios han desaparecido de muchas iglesias y se tiende a remover las balaustradas a las que uno se podía acercar a la comunión de rodillas. Sin embargo en el Nuevo Testamento el gesto de arrodillarse se presenta cada vez que a un hombre se le presenta la divinidad de Cristo: se piense por ejemplo en los Magos, el ciego de nacimiento, la unción de Betania, la Magdalena en el jardín la mañana de Pascua.
Jesús mismo dijo a Satanás, que le quería imponer una genuflexión equivocada, que sólo a Dios se debe doblar la rodilla. Satanás pide todavía hoy que se escoja entre Dios o el poder, Dios o la riqueza, y trata todavía más profundamente. Pero así no se dará gloria a Dios de ninguna manera; las rodillas se doblarán para aquellos que el poder les ha favorecido, para aquellos a los cuales se tiene el corazón unido a través de un acto.
Volver a arrodillarse en la misa es un buen ejercicio de entrenamiento para vencer la idolatría en la vida, además de ser uno de los modos de actuosa participatio de los que habla el último Concilio. La práctica es útil también para darse cuenta de la belleza de los pavimentos (al menos de los antiguos) de nuestras iglesias. Frente a algunos da ganas de quitarse los zapatos como hizo Moisés frente a Dios que le hablaba desde la zarza ardiente.

Fuente: aquí.

Memoriale Domini – De modo Sanctam Communionem ministrandi

His vero ipsis modis renovatis [id est Communio sub utraque specie panis et vini] signum Convivii Eucharistici et omnimoda adimpletio mandati Christi magis perspicua et vivida sunt effecta, simul tamen plenior participatio celebrationis Eucharisticae, per sacramentalem Communionem significata, hic et illic, per hos proximos annos desiderium excitavit ad illum redeundi usum, ex quo panis Eucharisticus in fidelis manu deponitur, qui eum ipse ori suo, communicando, ingerat.
Quin etiam, in quibusdam communitatibus et locis, eiusmodi ritus est peractus, quamquam approbatio Sedis Apostolicae antea impetrata non erat, atque interdum ita, ut fidelibus opportuna praeparatio deesset.
Est quidem verum ex vetere usu fidelibus quondam licuisse divinam hanc alimoniam in manum accipere atque per se ipsos ori inferre, atque etiam, aetate antiquissima, e loco, ubi sacra fiebant, Sanctissimum secum portare, propterea potissimum ut, si forte pro Fidei confessione iis esset dimicandum, eo tamquam viatico uterentur.
Verumtamen praescripta Ecclesiae Patrumque documenta copiose testantur maximam reverentiam summamque prudentiam erga sacram Eucharistiam adhibitam. Etenim « nemo … illam carnem manducat, nisi prius adora verit », atque in ea sumenda quisque admonetur: « … illud percipe; advigilans ne quid ex ea tibi depereat » : « Corpus enim est Christi ».
Praeterea cura et ministerium Corporis et Sanguinis Domini peculiari prorsus modo sacrorum administris vel hominibus ad hoc ipsum ascitis committebantur : «Postquam vero is, qui praeest, preces absolvit, et populus omnis acclamavit, qui apud nos dicuntur diaconi panem et vinum et aquam, in quibus gratiae actae sunt unicuique praesentium participanda distribuunt, et ad absentes perferunt ».
Quare mox sacram Eucharistiam absentibus deferendi munus solis sacris administris concreditum est, hanc ob causam, ut reverentiae Corpori Christi debitae, simul ac fidelium necessitati, cautius consuleretur. Insequenti tempore, postquam eucharistici mysterii veritas, eius virtus ac praesentia Christi in eo altius explorata sunt, urgente sensu sive reverentiae erga hoc Sanctissimum Sacramentum sive humilitatis qua illud sumatur oportet, consuetudo inducta est, ut per se minister panis consecrati particulam in lingua Communionem suscipientium deponeret.
Hic sanctam Communionem distribuendi modus, hodierno Ecclesiae statu in universum considerato, servari debet, non solum quia in tradito plurium saeculorum more innititur, sed praesertim quia Christifidelium reverentiam erga Eucharistiam significat.Huiusmodi autem usus nihil de dignitate personae detrahit iis, qui ad tantum Sacramentum accedunt, atque ad eam praeparationem pertinet, quae requiritur, ut Corpus Domini modo maxime frugifero percipiatur.

Sacra Congregatio pro cultu divino – Instructio Memoriale Domini De modo Sanctam Communionem ministrandi – 29. Maii 1969

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