Mientras muchos se proponen mediante la vuelta a la orientación común del sacerdote y los fieles (celebración ad Orientem, coram Deo o hacia el ábside) darle un mayor sentido de sacralidad a la celebración de la forma ordinaria, así como una mayor continuidad respecto de la forma extraordinaria (sobre el principio de continuidad entre ambas formas, véase aquí), otros oponen a este intento el núm. 299 de la Instrucción General del Misal Romano(IGMR), en la formulación modificada por la edición típica de 2002 del Missale Romanum, para sostener que la orientación versus populum es prescriptiva en la forma ordinaria, excluyéndose la posibilidad de la celebración ad orientem.
Artículo aquí.